“Creo en el amor como una fuerza superior que nos empuja a hacer grandes cosas, a veces tontas, a veces locas, pero siempre con convicción. Lo que hacemos por amor, simplemente no tiene explicación”.
Quizás una de las cosas más difíciles de hacer es hablar de uno mismo, pero aquí vamos, con frases cortas, concisas y sin verbos…
Venezolano. Cuarenta y tantos. Casado. Tres hermosos hijos. Una extensa educación universitaria. De jeans, camiseta (franela/polera/remera) y sandalias en el estudio, de impecable traje en las bodas. Monoteísta, pero respetuoso de todas las creencias. Inspirado en Deming y sus principios de calidad. Números en su mayoría; el resto, palabras. Apasionado por la gente. Generalmente en el medio, nunca en los extremos. Poeta en prosa. Músico frustrado (sin oído musical). Terrible para el baile. Contador de historias. Una sonrisa hasta en las tragedias; lágrimas en las películas dramáticas. Extremadamente puntual en el trabajo, pero embarcador de amigos. Confiable. Eliminador de problemas de novias. Ajedrez, matemáticas, montañas, noches estrelladas, fútbol, judo, escultismo, gente…
Loco. Creativo. Diferente.